Se observa un
deterioro de la solidez en promedio de las compañías en Europa y en
Estados Unidos y sitúa bajo vigilancia negativa, o elimina la vigilancia
positiva de 8 países desarrollados. Por su parte, las calificaciones de
riesgo país para Grecia y Chipre cayeron un escalón.
La situación económica de los países desarrollados ha ido deteriorándose en los últimos meses. Además de los efectos negativos del desapalancamiento de los agentes económicos en Europa y Estados Unidos que anteriormente pesaban sobre la actividad, la crisis de confianza, ilustrada por la volatilidad de los mercados financieros, ha empezado a extenderse a la economía real. Los altibajos de la crisis de la eurozona y el estancamiento de la política económica norteamericana ahora impiden expectativas de un escenario predecible y estas incertidumbres podrían llevar a consumidores e inversores a suspender sus compras.
Otra fuente de preocupación: la desconfianza hacia los bancos por su exposición al riesgo soberano podría afectar el acceso al crédito a las empresas europeas. En el primer semestre de 2011, el crédito se contrajo en Grecia, España, Portugal y en Irlanda. Un gran riesgo es que el crédito pueda también convertirse en poco frecuente y más caro en el seno de la UE. En este contexto, los atrasos en los pagos registrados por Coface están aumentando nuevamente, sobre todo en las economías de la eurozona periférica. Coface espera en 2011, un crecimiento débil del 1,6% en la Unión monetaria.
La eurozona enfrenta la desconfianza y el desapalancamiento
El deterioro de las perspectivas económicas y financieras lleva a Coface a bajar la calificación de riesgo de Grecia en un escalón a C y de Chipre a B, habiéndose rebajado ya en junio pasado. La recesión, peor de lo previsto (-4% en el año 2011), ha aumentado aún más el déficit público griego. Aunque ampliamente anticipado, un default mayor por parte del Gobierno griego afectará a los inversores y bancos, habiendo endurecido las condiciones para otorgar préstamos a empresas. En el primer semestre de 2011, los préstamos a empresas ya cayeron 7% en un año. Coface observa un aumento en los incidentes de pago por parte de las empresas griegas desde el inicio de 2011.
Además, la vigilancia positiva sobre las calificaciones de riesgo A2 de otras cinco economías de la eurozona (Alemania, Austria, Bélgica, Francia y los Países Bajos) ha sido eliminada. Una desaceleración de la actividad en el segundo trimestre de 2011, el deterioro del comercio exterior y en particular el riesgo de un incremento en la desconfianza de los consumidores y las empresas, previenen un crecimiento muy moderado para el resto del año.
Las calificaciones de riesgo A3 de Italia y A4 de Portugal han sido puestas bajo vigilancia negativa. El endurecimiento de las medidas de austeridad presupuestaria debería mantener a la economía italiana en cuasi-estancamiento y a la portuguesa en recesión más allá del 2011. La capacidad de pago de las empresas se ve afectada por las tendencias negativas en el contexto macroeconómico y financiero de estos dos países, como lo atestigua el deterioro de la experiencia de pago de Coface con las empresas italianas y portuguesas en el primer semestre de 2011.
El crecimiento en Estados Unidos limitado por las tensiones políticas
La eliminación de la vigilancia positiva sobre la calificación A2 de Estados Unidos se basa en la revisión a la baja del crecimiento en 2011, del 1,7% frente al 2,2% en julio pasado. Los niveles de confianza demostrados por los líderes de empresas y los hogares han disminuido en un contexto de división política sobre cómo seguir los planes de estímulo. Todos los motores de la actividad deberían desacelerarse en la segunda mitad del año y en 2012. Este aletargamiento de la actividad es probable que resulte en un aumento de las quiebras, en particular de las pequeñas y medianas empresas debilitadas por la alta exposición a los bancos regionales y padeciendo un acceso al crédito más limitado.
Descenso esperado en la actividad de la compañías
En este contexto, la actividad de las empresas disminuirá, incluso teniendo en cuenta la demanda de países emergentes, que crecerá un 5,8% en 2011. A pesar de estar en neto declive en comparación con 2010, el comercio mundial seguirá registrando tasas de crecimiento positivas.
"Los cambios negativos de las calificaciones de riesgo país confirman que hemos salido de la fase de mejora global en el comportamiento de pago de las empresas observada desde el segundo semestre de 2009. Un retroceso en la confianza de los actores involucrados en la economía real está teniendo lugar, y pesa sobre la actividad. La falta de consenso entre los actores políticos acerca de las soluciones que deben implementarse para hacer frente a la crisis soberana o al débil crecimiento estadounidense, es uno de los motores que alimentan esta crisis de desconfianza. El principal desafío para la construcción europea es el establecimiento de medidas para frenar el contagio de la crisis de la deuda griega a otras economías de la eurozona. Este será el elemento clave que garantizará que la desaceleración no se convierta en recesión", comenta Yves Zlotowski, Chief economist de Coface.
Señales positivas en Islandia y Tailandia
En este período de crisis, las buenas noticias provienen de Islandia, cuya calificación de riesgo de A4 ha sido puesta bajo vigilancia positiva. Habiendo bajado de categoría en marzo de 2009, hoy Islandia muestra un renovado crecimiento (2,5% en 2011) sustentado por el consumo de los hogares y la inversión empresarial. Por otra parte, la deuda externa del país, aunque sigue siendo elevada, ha mejorado considerablemente (de 564% del PBI de 2008 a 250% del PBI actual). El sector bancario también ha sido saneado.
Por último, Coface elimina la vigilancia negativa de la calificación de riesgo A3 de Tailandia, la cual se beneficia de la estabilización de la situación política tras las elecciones y se destaca por mostrar una cierta resistencia económica a la crisis económica y financiera mundial.
www.coface.com
La situación económica de los países desarrollados ha ido deteriorándose en los últimos meses. Además de los efectos negativos del desapalancamiento de los agentes económicos en Europa y Estados Unidos que anteriormente pesaban sobre la actividad, la crisis de confianza, ilustrada por la volatilidad de los mercados financieros, ha empezado a extenderse a la economía real. Los altibajos de la crisis de la eurozona y el estancamiento de la política económica norteamericana ahora impiden expectativas de un escenario predecible y estas incertidumbres podrían llevar a consumidores e inversores a suspender sus compras.
Otra fuente de preocupación: la desconfianza hacia los bancos por su exposición al riesgo soberano podría afectar el acceso al crédito a las empresas europeas. En el primer semestre de 2011, el crédito se contrajo en Grecia, España, Portugal y en Irlanda. Un gran riesgo es que el crédito pueda también convertirse en poco frecuente y más caro en el seno de la UE. En este contexto, los atrasos en los pagos registrados por Coface están aumentando nuevamente, sobre todo en las economías de la eurozona periférica. Coface espera en 2011, un crecimiento débil del 1,6% en la Unión monetaria.
La eurozona enfrenta la desconfianza y el desapalancamiento
El deterioro de las perspectivas económicas y financieras lleva a Coface a bajar la calificación de riesgo de Grecia en un escalón a C y de Chipre a B, habiéndose rebajado ya en junio pasado. La recesión, peor de lo previsto (-4% en el año 2011), ha aumentado aún más el déficit público griego. Aunque ampliamente anticipado, un default mayor por parte del Gobierno griego afectará a los inversores y bancos, habiendo endurecido las condiciones para otorgar préstamos a empresas. En el primer semestre de 2011, los préstamos a empresas ya cayeron 7% en un año. Coface observa un aumento en los incidentes de pago por parte de las empresas griegas desde el inicio de 2011.
Además, la vigilancia positiva sobre las calificaciones de riesgo A2 de otras cinco economías de la eurozona (Alemania, Austria, Bélgica, Francia y los Países Bajos) ha sido eliminada. Una desaceleración de la actividad en el segundo trimestre de 2011, el deterioro del comercio exterior y en particular el riesgo de un incremento en la desconfianza de los consumidores y las empresas, previenen un crecimiento muy moderado para el resto del año.
Las calificaciones de riesgo A3 de Italia y A4 de Portugal han sido puestas bajo vigilancia negativa. El endurecimiento de las medidas de austeridad presupuestaria debería mantener a la economía italiana en cuasi-estancamiento y a la portuguesa en recesión más allá del 2011. La capacidad de pago de las empresas se ve afectada por las tendencias negativas en el contexto macroeconómico y financiero de estos dos países, como lo atestigua el deterioro de la experiencia de pago de Coface con las empresas italianas y portuguesas en el primer semestre de 2011.
El crecimiento en Estados Unidos limitado por las tensiones políticas
La eliminación de la vigilancia positiva sobre la calificación A2 de Estados Unidos se basa en la revisión a la baja del crecimiento en 2011, del 1,7% frente al 2,2% en julio pasado. Los niveles de confianza demostrados por los líderes de empresas y los hogares han disminuido en un contexto de división política sobre cómo seguir los planes de estímulo. Todos los motores de la actividad deberían desacelerarse en la segunda mitad del año y en 2012. Este aletargamiento de la actividad es probable que resulte en un aumento de las quiebras, en particular de las pequeñas y medianas empresas debilitadas por la alta exposición a los bancos regionales y padeciendo un acceso al crédito más limitado.
Descenso esperado en la actividad de la compañías
En este contexto, la actividad de las empresas disminuirá, incluso teniendo en cuenta la demanda de países emergentes, que crecerá un 5,8% en 2011. A pesar de estar en neto declive en comparación con 2010, el comercio mundial seguirá registrando tasas de crecimiento positivas.
"Los cambios negativos de las calificaciones de riesgo país confirman que hemos salido de la fase de mejora global en el comportamiento de pago de las empresas observada desde el segundo semestre de 2009. Un retroceso en la confianza de los actores involucrados en la economía real está teniendo lugar, y pesa sobre la actividad. La falta de consenso entre los actores políticos acerca de las soluciones que deben implementarse para hacer frente a la crisis soberana o al débil crecimiento estadounidense, es uno de los motores que alimentan esta crisis de desconfianza. El principal desafío para la construcción europea es el establecimiento de medidas para frenar el contagio de la crisis de la deuda griega a otras economías de la eurozona. Este será el elemento clave que garantizará que la desaceleración no se convierta en recesión", comenta Yves Zlotowski, Chief economist de Coface.
Señales positivas en Islandia y Tailandia
En este período de crisis, las buenas noticias provienen de Islandia, cuya calificación de riesgo de A4 ha sido puesta bajo vigilancia positiva. Habiendo bajado de categoría en marzo de 2009, hoy Islandia muestra un renovado crecimiento (2,5% en 2011) sustentado por el consumo de los hogares y la inversión empresarial. Por otra parte, la deuda externa del país, aunque sigue siendo elevada, ha mejorado considerablemente (de 564% del PBI de 2008 a 250% del PBI actual). El sector bancario también ha sido saneado.
Por último, Coface elimina la vigilancia negativa de la calificación de riesgo A3 de Tailandia, la cual se beneficia de la estabilización de la situación política tras las elecciones y se destaca por mostrar una cierta resistencia económica a la crisis económica y financiera mundial.
www.coface.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario